Comentario de Susana Pereyra Iraola sobre el libro "La Moda en la Argentina" de Susana Saulquin Emecé, La Nación 19 de mayo de 1991
Entre los numerosos méritos que deben adjudicarse a esta obra, el primero es el de tratar un tema virtualmente ignorado, enfocándolo en profundidad y en sus más variados matices, rescatando del olvido los nombres y testimonios de cientos de personas que desde talleres anónimos o firmas prestigiosas vistieron a generaciones de argentinos, indagando en la moda, expresión individual y rasgo definitorio de nuestra idiosincrasia e identidad.
La ropa que elegimos nos refleja, señala el deseo de seducir, de decir quiénes somos o soñamos ser, nos identifica a un grupo, profesión o categoría económica, responde a múltiples códigos personales o sociales.
En términos más amplios y más allá de su aparente intrascendencia o fugacidad, la moda define estéticamente una época, se manifiesta en lo efímero, pero alude a lo esencial.
Actúa como un juego sutil, pero de poderosa influencia; un lenguaje que todos empleamos, pero que se resiste a ser descifrado, Obedece a una secreta coherencia, la condicionan factores históricos y económicos, el grupo y la sociedad, pero también nace de la inspiración individual y apela a ella.
Con rigor intelectual, la autora analiza ese complejo proceso de mutuas influencias entre lo individual y lo colectivo, los hechos reales y las motivaciones profundas.
A partir de una exhaustiva investigación iconográfica, histórica, económica y periodística, describe la evolución de la indumentaria en Buenos Aires, sus protagonistas, sus estilos, sus modelos, revelando información y testimonios inéditos como, entre muchos otros, la relación de Eva Duarte de Perón con Paula Naletoff y Henriette, las dos casas principales que la vistieron hasta el final de su vida.
Simultáneamente desarrolla su tema medular, la moda como medio en el descubrimiento y la manifestación de la propia identidad en sus dos versiones complementarias, la propia y la del país.
Resulta imposible resumir este texto sin atentar contra su riqueza, pero para darle una idea al lector digamos que se inicia con la modesta y plebeya Buenos Aires de 1776, cuando prevalecía la influencia española en la mantilla, el peinetón y el rebozo y los estilos borbónicos en la indumentaria masculina. En la moda femenina, la importación de lujo francesa iniciaría hacia 1815 una influencia gradual que desplazaría a la española y que tuvo sus años de mayor apogeo a partir de 1870, cuando la inmigración y la riqueza del país hicieron posible un lujo hasta entonces desconocido.
Inglaterra ya abastecía al puerto de Buenos Aires de telas y manufacturas que poco a poco cubrirían todas las necesidades del mercado rioplatense y provocarían el empobrecimiento de las economías provinciales. En un polo, la industria y la moda europea y en otro, la confección, adaptación y uso de esos modelos, con la irrupción de creaciones propias como la vestimenta rojo punzó de los años de Rosas y los descomunales peinetones de Manuel Mateo Masculino, de 1832.
Entre ambos discurre una larga y nutrida historia de talleres, las primeras tiendas y su significación social, los inmigrantes que iniciaron la industria textil y sus vaivenes a través de los años, las comisionistas de las casas de alta costura que al comenzar la Primera Guerra Mundial resolvieron radicarse en el país y fundaron las primeras casas de alta costura, los iniciadores de la ropa de trabajo y también el desarrollo de la moda como bien económico, expuesto al juego de intereses europeos “qué ha digitado, ahogado, presionado y sacado de su cauce natural al proceso de la moda en la Argentina a lo largo de toda su historia”.
Después de la Primera Guerra Mundial, los cambios políticos en Europa y la Argentina determinan una movilidad social creciente y la consiguiente importancia de la moda como factor de prestigio y pertenencia. La clase alta porteña sigue siendo el modelo a imitar, pero comparte ese liderazgo con las estrellas de cine.
El estilo conservador Imperante se transmite a la moda. La Segunda Guerra Mundial interrumpe la importación europea y da lugar a creadores originales y a una expansión de la industria textil. Eva Duarte de Perón ocupa el primer plano en el país y también en la moda durante los años siguientes.
La década del 50, mediante innovaciones tecnológicas y el creciente poder de los medios de comunicación vuelve la moda accesible a un público masivo, que la adopta ya no como medio de distinción social sino de adaptación a la vida social. En Buenos Aires aparecen los primeros programas de modas por televisión, el comienzo de la declinación de la alta costura coincide con el auge del pret-á-porter, la confección en serie y, en la década siguiente, el “marquismo”, representación de marcas europeas.
Entre los 50 y los 60, innovaciones profundas como el Jean, la minifalda y el uso generalizado de la ropa deportiva señalan una progresiva igualdad social, una mayor libertad de las mujeres, una búsqueda de lo funcional distendido y joven como imagen ideal.
Siguieron la alianza entre Juventud, vanguardia y arte que tuvo su epicentro en Londres, la incorporación de Nueva York, Madrid y Milán como centros de influencia, la popularización del sporstswear, los estilos lanzados al circuito comercial por los grupos musicales y el rock, los modelos culturales posmodernos, las búsquedas de lo autóctono y artesanal, cuyos impactos en la moda son pormenorizadamente estudiados.
El análisis incluye todas sus facetas: el registro de los valores sociales que refleja, el maquillaje y su historia, los modelos profesionales, la historia de las asociaciones gremiales textiles y confeccionistas argentinas.
Numerosas entrevistas aportan el vívido testimonio personal. Dar nombres equivaldría a caer en omisiones: el libro, en realidad, reza como un riguroso “quién es quién de la moda argentina”.
Pero va mucho más allá de eso. Se detiene en los factores históricos, geográficos y económicos que determinaron la dificultad por establecer un estilo rioplatense original. Dedica dos capítulos al enfoque psicológico y sociológico del tema, profundizando con claridad conceptual en las conductas individuales y colectivas.
Ante las innumerables posibilidades que ofrece la moda, el criterio con que cada uno elige, compra y compone su propio estilo está determinado por su nivel socioeconómico, su grado de integración a los valores de la sociedad y los grupos a los que pertenece, y por su propia creatividad . La proverbial elegancia Argentina ¿es una aceptación de valores sociales establecidos? ¿Tendemos a la imitación por inseguridad? Las diferencias entre elegancia (armonía exterior-exterior de líneas y colores) y estilo (el profundo conocimiento de sí mismo proyectado en una armonía interior-exterior), los motivos de inseguridad individual y colectiva, los mitos con que se reemplaza el conocimiento de sí mismo, las actitudes masculinas que condicionan las conductas femeninas, la tendencia a uniformarse y a imitar, el cuerpo como enlace entre identidad y moda son algunos de los aspectos de un tema provocativo y esclarecedor, planteado y desarrollado con inteligencia, aunque se pueda disentir con algunas de sus conclusiones.
Apunta a afirmar la moda como un medio de conocerse y expresarse creativamente contra la corriente de la masificación y la despersonalización. Se pregunta si la herencia europea, la tradición criolla y la creatividad y productividad argentinas no pueden encauzarse en una moda que nos identifique, un medio de conocimiento personal y de despegue económico.
La autora, profesora de Sociología en la carrera de Diseño de la Indumentaria y Textil de la Facultad de Arquitectura de Buenos Aires y Mar del Plata, deja en claro que siempre queda un núcleo de la moda al que únicamente nos acercamos a través de la sensibilidad, que es “el que le confiere magia y misterio”.
Curiosamente esa magia y misterio se transmiten a este texto ameno y didáctico, escrito con el estilo que resulta de una profunda consubstanciación con el tema y una interpretación libre y personal de la documentación reunida. Incluye fotografías. (284 páginas-)
Susana Pereyra Iraola
Espacio de recursos y experiencias de Educación Artística para docentes y alumnos de las escuelas de Lanús (Provincia de Buenos Aires)
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