Pintura a la acuarela
El color es uno de los elementos expresivos más primarios y, por lo tanto, uno de los más esenciales. Los niños ya lo usan para expresar su mundo sensorial antes de ser capaces de reproducir lo que ven a su alrededor. La percepción del color es anterior a la de la forma, y el subconsciente adjudica color a los estados de ánimo y a los afectos.
El color es el terreno donde los criterios son más subjetivos, y por eso es más fácil trabajar libremente el color que la forma, a la cual se suele exigir un estricto mimetismo de la realidad.
Pero el sentido del color es tan subjetivo que presenta considerables dificultades pedagógicas. Al trabajar con pigmentos matéricos, la teoría del color que más nos conviene es la del científico alemán Ostwald del año 1921, que se basa en cuatro colores primarios: amarillo, rojo, azul y verde.
Un trabajo educativo sobre el color debe estimular la búsqueda de matices variados y personales: el alumno debe aprender a mezclar los colores para obtener más tonalidades que las que se pueden comprar.
También debe investigar sobre los valores (variedades de claro o oscuro que pueden derivar de un mismo color). Y debe darse cuenta de que las sombras no se consiguen enmascarando de negro un color, sino que son tonos graves de colores limpios. Cada alumno debe descubrir todas estas cosas continuamente y a través de la práctica.
En la época de formación este proceso debe suceder por la voluntad del autor, dejando el azar para cuando el alumno ya haya formado su propio estilo.
Se debe partir de una idea inicial, sin ser necesario proyectar por adelantado todo el tema. Las primeras pinceladas deben impulsar las siguientes, de manera que la sesión sea creativa, en lugar de preparar minuciosamente el primer dibujo y después ejecutar mecánicamente. Por último, es conveniente eliminar los contornos hechos con una raya de color contrastante, ya que entonces no es posible relacionar cada tono con el de su lado ni afinar la sensibilidad con los matices.
2. La pintura a la acuarela
Desde el siglo XIX hasta nuestros días, la técnica de la acuarela ha gozado siempre de una gran popularidad. Paradójicamente, esa misma popularidad le ha reportado a veces un cierto desprestigio.
Debido a su frecuente uso por parte de los pintores diletantes de la segunda mitad del siglo pasado, la frase “pintar a la acuarela” se asociaba automáticamente con la imagen de la dama de la alta sociedad impecablemente vestida colocando su caballete en un marco bucólico para pintar un paisaje con delicados tonos pastel.
Esta imagen todavía perdura en nuestros días entre un cierto público profano, que, a veces, tiende a considerar la acuarela como un pasatiempo ameno comparable al bordado. Sin embargo, los artistas son de otro parecer y un creciente número de ellos la prefieren a otros medios, aplicándola de modo creativo y sugerente en el tratamiento de los temas más diversos.
Otro viejo mito, afortunadamente en vías de desaparición, es el de que existe una manera “correcta” de pintar a la acuarela. En la actualidad, nada impide a los acuarelistas mezclar la acuarela con otras técnicas, utilizando diversos medios en el mismo cuadro. Incluso en el relativamente estrecho marco de la pintura al agua, existen infinitas maneras de aplicarla.
Aprender las posibilidades de un medio tiene un efecto liberador que permite encontrar el propio estilo y expresar ideas propias con fuerza y confianza. No hay que olvidar, sin embargo, que la técnica es sólo una herramienta, la manera de pintar nunca debe ser más importante que lo que se pinta.
La acuarela es un pigmento al que se agrega un aglutinante muy diluido con agua, como la miel o el azúcar. La paleta se dispone partiendo de los colores más cálidos hasta los mas fríos, por este orden: amarillos, anaranjados, violetas, azules, verdes, y al final todas las tierras.
El uso del blanco y el negro es raro. La acuarela es una técnica que requiere la superposición de colores transparentes: se empieza con el color mas claro y sucesivamente se van superponiendo los más oscuros.
Para los blancos no se emplea color, sino que se utiliza el blanco del papel. Para oscurecer los colores se recomienda utilizar una mezcla de marrón Van Dyck con azul ultramar, ya que el negro podría ensuciar los colores.
La acuarela es una clase de pintura muy delicada, por lo tanto, para una buena conservación, se deben adoptar algunas precauciones: una vez acabada, debe fijarse con fijador normal para dibujo. Si se firma, debe ser a lápiz. No debe exponerse a la luz directa del sol y debe quedar a salvo de la humedad. Para guardarla, hágase en carpetas de cartón rígido, o de plástico, separadas por hojas de papel vitela. Las carpetas deben colocarse en posición plana.
2.1. Elección del papel:
el papel, para la acuarela, debe ser rugoso o semirrugoso, bien encolado y fabricado con trapos macerados de algodón. Preparación del papel: es conveniente mojar el papel antes de empezar el trabajo y dibujar un sencillo bosquejo antes de empezar a pintar. Se requiere solo una mínima cantidad de color. La transparencia y los efectos de delicadeza, obtenidos con unas gotitas de color pueden crear una delicada atmósfera.
2.2. Los colores:
hay acuarela en pastilla de color seco, que debe diluirse con agua, quizás la más práctica, ya que viene en una caja, aunque también hay tubos ya listos para el uso.
Se puede emplear un plato blanco como paleta. También se necesita agua abundante para ir lavando los pinceles. Antes de emplear las acuarelas, deben mojarse bien y después dejar caer una gota de agua sobre cada color.
2.3. Los pinceles:
las características más importantes de un pincel para acuarela son: una punta perfecta, elasticidad, pero también cierta rigidez, una larga duración y la capacidad de retener bien el color.
Nota ampliatoria (muy buena)
» http://www.liceus.com/cgi-bin/tcua/1300.asp
El libro de este autor es bastante claro, tengo otros títulos de él, por lo que puedo recomendar; en el enlace se puede descargar. Está en PDF/Español/27MB:
http://rapidshare.com/files/268164071/Como_pntar_a_la_Acuarla_Prramon.rar
Aquí un tutorial en 4 partes que explica muy bien lo procedimental:
EL ESTILO DE ÁLVARO CASTAGNET
Alvaro Castagnet es un acuarelista muy respetado a nivel mundial. Sus obras
contienen una gran fuerza expresiva. Interpretan en forma impresionista los
efectos de la luz y el color, captando la esencia y el alma de los lugares
que pinta. En este film, pinta las calles, plazas y cafés de la histórica
ciudad de Girona, en Cataluña, junto a hermosas vistas de Cadaques, sobre la
costa NE de España, ciudad donde nació Salvador Dalí.
Nació en Montevideo, Uruguay, en 1983 se radico por 20 años en Melbourne,
Australia. Ha expuesto con gran éxito en Australia, USA, Europa y S América.
Frecuentemente es invitado de honor en reconocidas Bienales de Art.
Numerosos y de gran prestigio son los galardones Internacionales con que han
sido premiadas sus obras. Es miembro de las mas prestigiosas sociedades de
arte a nivel mundial, incluyendo la afamada, (AWS) Asociación Americana de
Acuarela.
Alvaro es un exitoso autor, dinámico tutor de talleres de pintura, y sus
trabajos son apreciados y coleccionados en todo el mundo. Aunque viaja y
pinta por el mundo, su estudio principal se encuentra en Uruguay.
¡LANÚS TE DESEA MUCHA SUERTE, JERE!...
Muchas Gracias por la informacion Profesora...
ResponderEliminaresto me sirve demasiado...
ya estoy practicando...
Saludos!